lunes, 19 de octubre de 2015

LECTURA COMPRENSIVA GRADO 11ª



Un día de estos

[Cuento. Texto completo.]

Gabriel García Márquez


El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escobar, dentista sin título y buen madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que ordenó de mayor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sostenidos con cargadores elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada que raras veces correspondía a la situación, como la mirada de los sordos.
Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el sillón de resortes y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecía no pensar en lo que hacía, pero trabajaba con obstinación, pedaleando en la fresa incluso cuando no se servía de ella.
Después de las ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ventana y vio dos gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. Siguió trabajando con la idea de que antes del almuerzo volvería a llover. La voz destemplada de su hijo de once años lo sacó de su abstracción.
-Papá.
-Qué.
-Dice el alcalde que si le sacas una muela.
-Dile que no estoy aquí.
Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del brazo y lo examinó con los ojos a medio cerrar. En la salita de espera volvió a gritar su hijo.
-Dice que sí estás porque te está oyendo.
El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en la mesa con los trabajos terminados, dijo:
-Mejor.
Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba las cosas por hacer, sacó un puente de varias piezas y empezó a pulir el oro.
-Papá.
-Qué.
Aún no había cambiado de expresión.
-Dice que si no le sacas la muela te pega un tiro.
Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente tranquilo, dejó de pedalear en la fresa, la retiró del sillón y abrió por completo la gaveta inferior de la mesa. Allí estaba el revólver.
-Bueno -dijo-. Dile que venga a pagármelo.
Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano apoyada en el borde de la gaveta. El alcalde apareció en el umbral. Se había afeitado la mejilla izquierda, pero en la otra, hinchada y dolorida, tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus ojos marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la punta de los dedos y dijo suavemente:
-Siéntese.
-Buenos días -dijo el alcalde.
-Buenos -dijo el dentista.
Mientras hervían los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en el cabezal de la silla y se sintió mejor. Respiraba un olor glacial. Era un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de pedal, y una vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una ventana con un cancel de tela hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el dentista se acercaba, el alcalde afirmó los talones y abrió la boca.
Don Aurelio Escobar le movió la cara hacia la luz. Después de observar la muela dañada, ajustó la mandíbula con una cautelosa presión de los dedos.
-Tiene que ser sin anestesia -dijo.
-¿Por qué?
-Porque tiene un absceso.
El alcalde lo miró en los ojos.
-Está bien -dijo, y trató de sonreír. El dentista no le correspondió. Llevó a la mesa de trabajo la cacerola con los instrumentos hervidos y los sacó del agua con unas pinzas frías, todavía sin apresurarse. Después rodó la escupidera con la punta del zapato y fue a lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde. Pero el alcalde no lo perdió de vista.
Era una cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la muela con el gatillo caliente. El alcalde se aferró a las barras de la silla, descargó toda su fuerza en los pies y sintió un vacío helado en los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la muñeca. Sin rencor, más bien con una amarga ternura, dijo:
-Aquí nos paga veinte muertos, teniente.
El alcalde sintió un crujido de huesos en la mandíbula y sus ojos se llenaron de lágrimas. Pero no suspiró hasta que no sintió salir la muela. Entonces la vio a través de las lágrimas. Le pareció tan extraña a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus cinco noches anteriores. Inclinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante, se desabotonó la guerrera y buscó a tientas el pañuelo en el bolsillo del pantalón. El dentista le dio un trapo limpio.
-Séquese las lágrimas -dijo.
El alcalde lo hizo. Estaba temblando. Mientras el dentista se lavaba las manos, vio el cielorraso desfondado y una telaraña polvorienta con huevos de araña e insectos muertos. El dentista regresó secándose las manos. “Acuéstese -dijo- y haga buches de agua de sal.” El alcalde se puso de pie, se despidió con un displicente saludo militar, y se dirigió a la puerta estirando las piernas, sin abotonarse la guerrera.
-Me pasa la cuenta -dijo.
-¿A usted o al municipio?
El alcalde no lo miró. Cerró la puerta, y dijo, a través de la red metálica.
-Es la misma vaina.
FIN




domingo, 18 de octubre de 2015

TALLER DE REFUERZO 4 PERIODO GRADOS :NOVENO Y DECIMO

TALLER DE  REFUERZO: PERIODO 4
GRADOS: NOVENO Y DÉCIMO

ESTUDIANTE……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………

Lee muy cuidadosa mente y contesta las preguntas correspondientes
Buscar las palabras desconocidas en el diccionario

La genética devuelve la libertad a un preso.
 Un texto sorprendente porque es verídico. El funcionamiento erróneo de la justicia con algunos tecnicismos útiles para el alumnado. Incluye preguntas y palabras subrayadas para ser buscadas. La genética ha devuelto la libertad a dos hombres que han pasado 12 años en la cárcel por un crimen que no cometieron. El caso Williamson-Fritz pone el número 75 en la lista de personas condenadas a muerte erróneamente desde la re instauración de la pena capital en EE UU en 1974. El relato de lo ocurrido no podría mejorarlo ni la imaginación de Raymond Chandler. Debra Sue Carter tenía 21 años cuando fue secuestrada, violada y asesinada en una localidad de Oklahoma tan diminuta como su nombre: Ada. El crimen contaba, además, con algunos elementos que lo transportaron a la prensa nacional, es decir, la que rara vez refleja fechorías que "sólo" dejan una víctima mortal. Los periódicos contaron que, antes de ser estrangulada, la joven había sido sometida a todo tipo devejaciones, y explicaron con esmero que la policía encontró una botella de salsa de tomate en sus genitales. Antes de matarla, el asesino había pintado insultos en las paredes con dicha sustancia. Fue en 1982. Después de varios meses de investigación, un confidente habitual de la policía local facilitó la información que buscaban los agentes: había visto a Debra Sue Carter con dos amigos suyos horas antes de que se cometiera el crimen. Los dos fueron detenidos antes de que la noticia cruzase el pueblo de parte a parte. Uno era Ronald Williamson, jugador de béisbol; el otro era Dennis Fritz, profesor en el colegio al que iban los hijos de quienes se llevaban las manos a la cabeza por la truculencia del delito. Sentados en el banquillo meses después, los avances científicos de la época permitieron establecer su culpabilidad con "suma precisión", se dijo entonces. Expertos forenses determinaron que varios cabellos encontrados en el lugar del crimen eran similares a los de ambos inculpados. La comparación de cabellos era el paraíso de la criminología: no había entonces técnica más puntera ni nadie que refutara su rigor. Al veredicto de culpabilidad le faltaba sólo un testigo de cargo, y ahí estaba para asumir ese papel el confidente de la policía que había señalado con el dedo a Williamson y Fritz. El testimonio del delator, Glen Gore, torció el veredicto en contra de los acusados y endosó a sus antiguos amigos las peores condenas: cadena perpetua para Williamson y la muerte en la silla eléctrica para Fritz. Pasaban los años y ni ellos, ni su familia ni sus abogados aceptaban un veredicto que consideraban imposible. No tenían historial delictivo y no comprendían cómo habían ido a parar a prisión. En el caso de Fritz la celda estaba en el corredor de la muerte. Estuvo a cinco días de ser ejecutado antes de que un juez dictara un aplazamiento para permitir un último recurso. Por fin, sus defensores consiguieron reabrir el caso con un argumento: Oklahoma, junto con Nueva York, es el único Estado que permite volver a investigar un caso si existen pruebas genéticas posteriores a la emisión del veredicto. Se realizaron entonces las nuevas pruebas de ADN y el resultado, esta vez sí, era irrefutable: ni los cabellos eran de los acusados ni el semen en la víctima pertenecía a los dos hombres que INSTITUCION EDUCATIVA “LA INMACULADA” Teléfono: 7687754t5tieralta Córdoba. E-mail ee_12380700058101@hotmail.com Reconocimiento Oficial, según Resolución No. 000142 De Junio 27 de 2007- DANE 123807000581 NIT: 812 002 029 – 8 LENGUA CASTELLANA 12 años en la cárcel. El jueves pasado el jugador de béisbol y el profesor de colegio eran hombres maduros de pelo blanquecino delante de un juez que pedía perdón por el error y abría la puerta de su libertad recobrada. No piensan demandar a nadie. Sólo quieren vivir. Pero la historia guardaba otro giro dramático: los forenses dicen ahora que los restos de ADN encontrados en la víctima y en la escena del crimen pertenecen en realidad al confidente de la policía, al hombre que testificó contra dos personas inocentes, Glen Gore. Convertido en delincuente habitual con el paso de los años, Gore cumplía una condena en una prisión por robos, secuestros y amenazas. Y el tercer giro dramático llegó el pasado miércoles: horas después de que el ADN descubriese el error judicial, Gore se fugó de la cárcel. Un compañero de celda le había contado que había oído que un periodista de la cadena NBC estaba detrás de una primicia sobre una falsa acusación en un antiguo crimen. Fue suficiente para que Gore decidiese poner tierra de por medio a plena luz del día, sin que los responsables de la cárcel sepan explicarlo. La historia, sin duda, continuará. Busca en el diccionario las palabras subrayadas y todas aquellas que no conozcas. Responde a las siguientes preguntas:

1 ¿Qué fue lo que le pasó a Debra Sue?

2. ¿Quiénes fueron acusados del delito y por quién?

3. ¿Quién testificó en el juicio?

4.¿Qué pruebas se aportaron para demostrar la culpabilidad?

5. ¿Qué condena recayó sobre los acusados?

 6. ¿Quién fue el verdadero asesino?

7. ¿Cuál fue la reacción de los falsos acusados al ser declarada su inocencia?

8. ¿Qué pasó con el verdadero asesino?

 9. ¿Cuál es tu opinión al respecto?


10. ¿Qué opinas de la pena de muerte?

SEMANA 34-35 GRADO 9ª

LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN


¿Qué son los signos de puntuación?
Son herramientas que representan gráficamente los rasgos que se dan en el habla por medio de pausas, de matices de voz, de gestos y de cambios de tono y que fueron creadas para ayudar a los lectores a comprender el significado de los textos.

¿ Para qué se utilizan ?
Se utilizan para ayudar a la comprensión de los textos escritos, les dan más sentido y claridad.
Los signos de puntuación sirven para:
·         Estructurar el texto.
·         Delimitar las frases y los párrafos.
·         Hacer énfasis en las ideas principales.
·         Ordenar las ideas secundarias.
·         Eliminar ambigüedades.
Una buena puntuación asegura la adecuada articulación de las unidades de significado que integran una frase o un párrafo. Por eso los signos de puntuación requieren un empleo muy preciso; si se ponen en el lugar equivocado, las palabras y las frases dejan de decir lo que el autor quería decir. Cuanto más resalten los signos la estructuración del contenido (tema central, subtema, idea, detalle), tanto más coherente y preciso se hace el texto.
¿ Cuáles son los signos de puntuación?
·         El punto .
·         La coma ,
·         El punto y coma ;
·         Los dos puntos :
·         Puntos suspensivos ...
·         La interrogación ¿?
·         La admiración ¡!
·         Los paréntesis ()
·         Las comillas “”
·         El guión -
·         La raya _
·         La diéresis ¨

·         La barra /

lunes, 12 de octubre de 2015

SEMANA 34 - 35 GRADO 10ª


MEDIOS DE COMUNICACIÓN  MASIVOS

Los medios masivos de comunicación son una herramienta, que permiten mantener a todo el mundo informado de lo que pasa a nivel nacional o internacional. Se trata de canales que nos entregan información, noticias e imágenes sobre cómo es el mundo en que vivimos. En las sociedades modernas, que necesitan estar en constante contacto y enteradas de todo lo que sucede, los medios de comunicación son fundamentales. Se cree que no se podría vivir de la misma manera que lo hacemos sin los medios de comunicación.

Los medios de comunicación son muchos, pero los más masivos y con más llegada al público son la prensa, la radio, la televisión y en el último tiempo se ha integrado también a este grupo Internet.







ME

SEMANA 34 - 35 GRADO 11ª

PROYECTO  DE  VIDA

El proyecto es como un camino para alcanzar la meta: es el plan que una persona se traza a fin de conseguir un objetivo. El proyecto da coherencia a la vida de una persona en sus diversas facetas y marca un determinado estilo, en el obrar, en las relaciones, en el modo de verla vida...

El proyecto de vida es la dirección que el hombre se marca en su vida, a partir del conjunto de valores que ha integrado y jerarquizado vivencialmente, a la luz de la cual se compromete en las múltiples situaciones de su existencia, sobre todo en aquellas en que decide su futuro, como son el estado de vida y la profesión.
es la carta de navegación para descubrir el sentido profundo de la vida a través de varias etapas